Las causas de pérdida de audición y sordera se pueden dividir en congénitas y adquiridas.
Causas congénitas. La pérdida de audición puede ser por factores hereditarios y no hereditarios, o por complicaciones durante el embarazo y el parto. Entre ellas:
- Rubeola materna, sífilis u otras infecciones durante el embarazo.
- Uso inadecuado de ciertos medicamentos como gentamicina, amikacina, medicamentos citotóxicos, antipalúdicos y diuréticos.
- Bajo peso al nacer.
- Falta de oxígeno en el momento del parto.
- Ictericia grave durante el período neonatal, que puede lesionar el nervio auditivo del recién nacido.
Causas adquiridas. Pueden provocar la pérdida de audición a cualquier edad.
- Enfermedades infecciosas como meningitis, sarampión y parotiditis.
- Infección crónica del oído.
- Otitis media.
- Uso de algunos medicamentos.
- Traumatismos craneoencefálicos o de los oídos.
- Exposición al ruido excesivo.
- Envejecimiento, en concreto la degeneración de las células sensoriales.
- Obstrucción del conducto auditivo producida por cerumen o cuerpos extraños.
Factores de riesgo para la Sordera
Factores que pueden dañar o iniciar la pérdida de células ciliadas y células nerviosas en el oído interno:
Edad. Con el paso del tiempo las delicadas estructuras internas del oído se van degenerando.
Exposición a ruido fuerte. Los sonidos intensos pueden dañar las células del oído interno. Ocurre por una exposición continua o como consecuencia de un sonido fuerte en un corto periodo de tiempo.
Factores hereditarios. La configuración genética puede hacer que una persona sea más susceptible al daño en el oído por sonidos fuertes o tenga un mayor deterioro por la edad.
Algunas enfermedades. Algunas enfermedades infecciosas, como la meningitis o el sarampión, que causan fiebres altas, pueden dañar las células de la cóclea.
Algunos medicamentos. Determinados medicamentos ejercen sobre el oído un efecto nocivo transitorio o definitivo. Los antibióticos de la familia de los amino glucósidos como pueden ser la estreptomicina o la quinina.
La pérdida auditiva en algunos casos es irreversible, sobre todo si se genera por daños en la membrana o por envejecimiento. Pero la buena noticia, es que ahora existen prótesis auditivas de alta tecnología que ayudan al paciente a convivir con este padecimiento aportando a su calidad de vida.