Los trastornos del espectro autista TEA son un grupo de trastornos neurológicos y del desarrollo que afectan la forma en que las personas interactúan con los demás, se comunican, aprenden y se comportan. Aunque se puede diagnosticar el autismo a cualquier edad, se le conoce como un “trastorno del desarrollo” porque generalmente los síntomas aparecen durante los primeros dos años de vida.
Las personas con TEA con frecuencia tienen problemas con la comunicación, las interacciones sociales, las conductas o intereses restrictivos o repetitivos, además de presentar patrones repetitivos de comportamiento.
Suelen tener hipersensibilidad auditiva. Esto significa que los ruidos fuertes les afectan más que a cualquier otra persona. Por este motivo los ruidos de petardos y cohetes, tan frecuentes en nuestra sociedad, pueden causarles un tremendo dolor.
El ruido que emiten estos artefactos es tan alto y tan rápido que el oído, por sí mismo, no tiene tiempo de protegerse. Por eso es aconsejable que cualquier persona y especialmente los niños, se mantenga alejada de la fuente de explosión y se protejan los oídos.
Una exposición al ruido sin protección puede provocar pérdida auditiva temporal o, en el peor de los casos, permanente.
Prueba Auditiva en Personas con Autismo
La revista Autism Research publicó los resultados de un estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores que identificaba una deficiencia en el oído de los niños autistas que puede afectar a su capacidad para reconocer el lenguaje.
Este resultado podría servir para identificar de manera precoz a los niños con trastorno autista realizando una sencilla prueba auditiva no invasiva que ayudaría a los médicos a actuar lo antes posible para obtener resultados óptimos. A este tipo pacientes se les realiza pruebas objetivas como las emisiones otoacústicas, las cuales sirven para valorar la respuesta del oído interno al sonido.
Esto representa un avance importante en la identificación de problemas auditivos en recién nacidos y niños pequeños, así como en adultos que muestran anomalías de orden cognitivo o diversos tipos de demencia u otras afecciones neurológicas) y es similar a la que, cada vez en más países, se realiza a los recién nacidos para comprobar si presenta problemas de audición.
Los investigadores evaluaron la audición de niños con edades entre los 6 y 17 años, la mitad de los cuales, aproximadamente, habían sido diagnosticados con TEA, y encontraron que los niños con TEA tenían dificultad para oír en una frecuencia específica (1-2 kHz) que es importante para el procesamiento del habla. También observaron una correlación entre el grado de deterioro coclear y la gravedad de los síntomas de TEA.
Mientras que muchos signos de TEA están presentes antes de los dos años, la mayoría de los niños con TEA no son diagnosticados hasta después de los cuatro años, lo que significa que las terapias se inician más tarde, retrasando su potencial impacto.
La valoración auditiva es fundamental en niños con trastornos del espectro autista (TEA) por varias razones:
- Detección de hipoacusia: Los niños con TEA pueden tener dificultades para comunicarse verbalmente debido a problemas de audición. Es importante descartar problemas auditivos que puedan estar contribuyendo a las dificultades de comunicación y socialización.
- Sensibilidad auditiva: Muchos niños con TEA tienen una sensibilidad auditiva aumentada o disminuida. Pueden ser hipersensibles a ciertos sonidos, lo que puede causarles malestar o distracción. Por otro lado, pueden ser menos sensibles a los sonidos, lo que puede afectar su capacidad para responder a estímulos auditivos importantes.
- Procesamiento auditivo: Los niños con TEA pueden tener dificultades para procesar y comprender la información auditiva, lo que puede afectar su capacidad para comunicarse efectivamente y participar en interacciones sociales.
- Evaluación del lenguaje y la comunicación: La evaluación auditiva es crucial para comprender el nivel de desarrollo del lenguaje y la comunicación en niños con TEA.
- Planificación de intervenciones: La información obtenida a través de la valoración auditiva puede ser fundamental para diseñar intervenciones específicas que aborden las necesidades individuales del niño en términos de comunicación, socialización y desarrollo del lenguaje. En resumen, la valoración auditiva desempeña un papel crucial en la identificación de dificultades auditivas, la comprensión de las características sensoriales y de procesamiento auditivo de los niños con TEA, y en la planificación de intervenciones personalizadas que promuevan su desarrollo comunicativo y social.