La audición es un sentido clave para el desarrollo del lenguaje, la comunicación, el aprendizaje y la calidad de vida. Sin embargo, muchas veces los problemas auditivos se detectan tarde porque se confunden con otras dificultades. Por eso, consultar a tiempo a un audiólogo puede marcar una gran diferencia.
1. En bebés y niños pequeños
Es fundamental una evaluación auditiva si:
- El bebé no reacciona a sonidos fuertes o a la voz de sus padres.
- No balbucea ni imita sonidos a los 6 meses.
- Tiene dificultades para desarrollar el lenguaje o no dice palabras simples al año de edad.
- Ha tenido infecciones frecuentes de oído (otitis).
- Se distrae con facilidad o parece no prestar atención, lo cual puede confundirse con problemas de conducta o aprendizaje.
En estos casos, una evaluación temprana previene retrasos en el desarrollo del lenguaje y aprendizaje escolar.
2. En niños en edad escolar
Consultar a un audiólogo es recomendable si:
- Presenta bajo rendimiento escolar sin causa aparente.
- Tiene dificultades para seguir instrucciones orales.
- Pide constantemente que se le repita lo que se dice.
- Parece escuchar mejor de un solo lado.
La audición adecuada es esencial para el aprendizaje y la socialización.
3. En adultos
Debe considerarse una consulta si:
- Cuando la persona siente que escucha pero no entiendes lo que te dicen.
- Pide frecuentemente que repitan lo que te dicen.
- Tiene dificultad para seguir conversaciones en ambientes ruidosos.
- Sube demasiado el volumen de la televisión o el celular.
- Experimenta zumbidos o pitidos en el oído (tinnitus).
- Siente una sensación de oído tapado o pérdida repentina de audición.
La pérdida auditiva no solo afecta la comunicación, también puede aumentar el aislamiento social y estar asociada con problemas cognitivos.
4. En adultos mayores
Es muy común que la audición disminuya con la edad (presbiacusia), pero no debe normalizarse ni ignorarse:
- Si la persona mayor parece desconectada o desorientada, podría no estar escuchando bien.
- Evaluar la audición puede mejorar significativamente su calidad de vida, su independencia y su seguridad.
5. En personas expuestas a ruido
Trabajadores de la construcción, fábricas, músicos, mecánicos o personas que usan audífonos frecuentemente deben evaluarse con regularidad, ya que están en riesgo de pérdida auditiva por exposición al ruido.
Consultar a un audiólogo no es solo para quienes ya tienen una pérdida auditiva. Es una medida preventiva, de cuidado y bienestar.
Lo ideal es hacerlo ante cualquier señal de alerta o al menos una vez cada cierto tiempo si hay factores de riesgo (edad, ruido, antecedentes familiares, infecciones frecuentes, etc.).