La audición es esencial para el desarrollo del lenguaje, el aprendizaje y la interacción social. Un problema auditivo no detectado a tiempo puede afectar el desarrollo intelectual, emocional y escolar del niño. Por eso, es fundamental realizar pruebas auditivas desde los primeros días de vida, incluso si no hay señales evidentes de pérdida auditiva.
1. Tamizaje auditivo neonatal (0-6 meses)
Se realiza a todos los recién nacidos, idealmente antes del primer mes de vida.
Principales pruebas:
- Otoemisiones acústicas (OEA):
Mide la respuesta del oído interno (cóclea) a sonidos.
✔ No duele, se hace en minutos mientras el bebé duerme. - Potenciales evocados auditivos automáticos del tronco cerebral (PEATC-A o AABR):
Evalúa la actividad eléctrica del nervio auditivo y el cerebro ante sonidos.
✔ Útil en bebés que no pasan la prueba de OEA o que tienen factores de riesgo (prematurez, infecciones, antecedentes familiares).
2. Pruebas auditivas en niños mayores (a partir de 6 meses)
🔹 Audiometría por observación del comportamiento (6 meses a 2 años)
- Se observan las reacciones del niño (voltear la cabeza, gestos) ante sonidos en diferentes intensidades y frecuencias.
🔹 Audiometría por refuerzo visual
- El niño es entrenado para asociar un sonido con una recompensa visual (como un juguete que se enciende), lo que permite evaluar si escucha.
🔹 Audiometría tonal lúdica (2 a 5 años)
- El niño realiza una actividad (como poner una ficha) cada vez que escucha un sonido.
✔ Es una forma de juego para mantener su atención.
🔹 Audiometría convencional (a partir de 5 años)
- Igual que en adultos: se usan audífonos y se evalúa la respuesta del niño a distintos sonidos en una cabina insonorizada.
🔹 Impedanciometría (timpanometría)
- Evalúa el estado del oído medio y la movilidad del tímpano.
✔ Útil para detectar infecciones, acumulación de líquido o problemas en los huesecillos del oído.
Factores de riesgo que requieren vigilancia auditiva más frecuente:
- Antecedentes familiares de sordera
- Prematurez o bajo peso al nacer
- Infecciones congénitas (citomegalovirus, toxoplasmosis, rubéola, etc.)
- Uso prolongado de antibióticos ototóxicos
- Ingreso a cuidados intensivos neonatales
- Infecciones de oído frecuentes
¿Cuándo se recomienda hacer las pruebas?
Regla de oro del tamiz auditivo neonatal:
- Antes del 1er mes: hacer el tamiz auditivo
- Antes de los 3 meses: confirmar diagnóstico si hay sospechas
- Antes de los 6 meses: iniciar intervención (prótesis auditivas o estimulación)
Cada etapa de la vida requiere pruebas auditivas específicas, y el audiólogo es el profesional capacitado para elegirlas, interpretarlas y orientar el tratamiento adecuado.
Una visita a tiempo puede hacer una gran diferencia.