La evidencia científica más reciente refuerza que la hipoacusia relacionada con la edad no es solo un problema sensorial: se asocia de manera consistente con mayor riesgo de deterioro cognitivo y demencia. En 2024, la Comisión permanente de The Lancet actualizó su informe y concluyó que la evidencia que respalda el tratamiento de la pérdida auditiva como estrategia para reducir el riesgo de demencia es ahora más sólida que en informes previos, y que casi la mitad de los casos podría prevenirse o retrasarse si se abordan factores modificables a lo largo de la vida, entre ellos la hipoacusia. (2)
Puntos clave para la práctica audiológica
1) La hipoacusia se asocia con mayor riesgo de demencia en cohortes poblacionales grandes; los riesgos tienden a ser más altos con pérdidas más severas y cuando no se utilizan ayudas auditivas. (3)
2) La intervención con audífonos, dentro de programas completos de rehabilitación auditiva, puede atenuar el declive cognitivo en personas mayores con alto riesgo de deterioro, como mostró el ensayo ACHIEVE. (1,2,4)
3) No todos los estudios encuentran el mismo tamaño de efecto; la magnitud depende de la edad, la severidad, el riesgo basal y la adherencia al uso de audífonos. (1,3)
¿Qué dicen los estudios más recientes?
Ensayo clínico ACHIEVE (Lancet, 2023): en 977 adultos de 70–84 años con hipoacusia no tratada, la intervención audiológica integral (consejería + adaptación de audífonos) no redujo el cambio cognitivo global a 3 años en el análisis primario de la cohorte combinada. Sin embargo, en un análisis preespecificado por subpoblaciones, el beneficio fue significativo en el grupo con mayor riesgo basal de deterioro (participantes del estudio ARIC), lo que sugiere que tratar la hipoacusia podría ralentizar el declive cognitivo en quienes ya acumulan factores de riesgo. (1)
Cohorte danesa (JAMA Otolaryngology, 2024): en 573.088 adultos seguidos en promedio 8,6 años, la hipoacusia se asoció con un 7% mayor riesgo de demencia (HR ajustado 1,07; IC95% 1,04–1,11), con riesgos más altos para pérdidas severas. Entre personas con hipoacusia, quienes no usaban audífonos presentaron un riesgo notablemente mayor que quienes sí los usaban. (3)
Actualización de la Comisión de The Lancet (2024): el reporte reafirma a la hipoacusia como factor modificable relevante a lo largo del curso de vida y destaca que el uso de audífonos parece particularmente eficaz en personas con pérdida auditiva y riesgo adicional de demencia. Además, sintetiza nueva evidencia de asociación dosis–respuesta (por ejemplo, peor desempeño en pruebas de habla en ruido asociado a mayor riesgo de demencia). (2)
¿Cómo podría la hipoacusia contribuir al deterioro cognitivo?
Los modelos neurobiológicos propuestos no son excluyentes y probablemente coexisten: (a) carga cognitiva creciente por señales auditivas degradadas que obligan a reasignar recursos atencionales y mnésicos; (b) privación sensorial y menor estimulación que reducen la reserva cognitiva y favorecen atrofia cortical; (c) aislamiento social, depresión y menor actividad cognitiva; y (d) patología compartida que afecta vías auditivas ascendentes y corteza multimodal. (5)
Magnitud del riesgo y heterogeneidad entre estudios
En los últimos años, meta‑análisis y grandes cohortes han confirmado la asociación entre hipoacusia y deterioro cognitivo/demencia, con estimaciones que varían según la población, la definición audiológica y los ajustes estadísticos. La cohorte danesa reporta riesgos modestos a nivel poblacional pero clínicamente relevantes en pérdidas severas y en no usuarios de audífonos. (3) Por su parte, la Comisión The Lancet 2024 resume evidencia de relación dosis–respuesta, incluyendo una mayor probabilidad de demencia a medida que empeora el umbral de habla en ruido. (2) Estos hallazgos enfatizan la necesidad de estratificar por severidad, riesgo basal y adherencia al tratamiento al interpretar resultados.
¿Los audífonos previenen la demencia?
La respuesta matizada de la evidencia actual es: pueden ayudar, especialmente en personas con alto riesgo basal y cuando se integran en un programa de rehabilitación auditiva. El ACHIEVE sugiere beneficio en quienes tenían mayor riesgo inicial; además, varias cohortes observacionales muestran menor riesgo entre usuarios de audífonos frente a no usuarios con pérdida auditiva, aunque la inferencia causal debe manejarse con cautela. (1–3,4) La Comisión 2024 considera que la evidencia a favor del tratamiento de la hipoacusia para reducir riesgo de demencia es más fuerte que antes. (2)
Implicancias clínicas para audiólogos y equipos de salud auditiva
1) Detectar temprano: incorporar tamizaje audiológico sistemático en adultos desde la mediana edad, especialmente si reportan dificultad para seguir conversaciones en ruido, ya que el desempeño en habla en ruido se vincula con mayor riesgo de demencia. (2)
2) Rehabilitación integral: combinar adaptación de audífonos con consejería, entrenamiento en comunicación, estrategias para el entorno acústico y derivaciones psicosociales cuando corresponda. La adherencia y el tiempo de uso diario son determinantes del impacto. (1,2)
3) Abordaje de comorbilidades y factores de riesgo: controlar hipertensión, diabetes, dislipidemia, depresión y promover actividad física, cognitiva y social, dado que una prevención multimodal probablemente potencie los beneficios de la rehabilitación auditiva. (2)
4) Comunicación con pacientes y familias: explicar que tratar la hipoacusia mejora la comunicación y la calidad de vida hoy, y podría contribuir a la salud cerebral a largo plazo, especialmente en personas con mayor vulnerabilidad cognitiva. (1,2,3)
Conclusiones
La relación entre hipoacusia y demencia cuenta hoy con respaldo robusto de estudios poblacionales y ensayos clínicos que, aunque muestran efectos de magnitud variable, apuntan en la misma dirección: identificar y tratar la pérdida auditiva —en especial en personas con mayor riesgo— es una oportunidad concreta de salud pública y de práctica clínica para mejorar la comunicación, la calidad de vida y posiblemente reducir el ritmo de declive cognitivo. (1–3)
Referencias (selección reciente)
1) Lin FR, Pike JR, Albert MS, et al. Hearing intervention versus health education control to reduce cognitive decline in older adults with hearing loss in the USA (ACHIEVE): multicentre randomized controlled trial. The Lancet. 2023;402(10404):786–797. doi:10.1016/S0140-6736(23)01406-X.
2) Livingston G, Fox NC, Ferri CP, et al. Dementia prevention, intervention, and care: 2024 report of the Lancet standing Commission. The Lancet. 2024; Published online Jul 31, 2024. doi:10.1016/S0140-6736(24)01296-0.
3) Cantuaria ML, Pedersen ER, Waldorff FB, et al. Hearing Loss, Hearing Aid Use, and Risk of Dementia in Older Adults. JAMA Otolaryngol Head Neck Surg. 2024;150(2):157–164. doi:10.1001/jamaoto.2023.3509.
4) Francis L, et al. Self-Reported Hearing Aid Use and Risk of Incident Dementia. JAMA Neurol. 2025; Online ahead of print Aug 18, 2025. doi:10.1001/jamaneurol.2025.2713.
5) Griffiths TD, Lad M, Kumar S, et al. How Can Hearing Loss Cause Dementia? Neuron. 2020;108(3):401–412. doi:10.1016/j.neuron.2020.08.003.