La disminución de la audición, también conocida como presbiacusia, está influenciada por varios factores, entre ellos la edad, el sexo y los factores constitucionales. A continuación, se describe cómo cada uno de estos factores puede afectar la audición:
- Edad:
- La presbiacusia es una pérdida progresiva de la audición relacionada con la edad que afecta principalmente a las personas mayores, comenzando generalmente a partir de los 60 años. Se caracteriza por la pérdida de audición en las frecuencias altas (agudas), lo que hace más difícil oír sonidos como las voces de mujeres o niños, o ciertos ruidos ambientales.
- Con el envejecimiento, las células ciliadas del oído interno, que son responsables de la transmisión de las señales auditivas al cerebro, tienden a deteriorarse. Además, puede haber cambios en los huesos del oído medio, como el endurecimiento del huesecillo del oído (estapes), lo que afecta la conducción del sonido.
- Sexo:
- Hombres: En general, los hombres tienden a experimentar una mayor pérdida auditiva relacionada con la edad que las mujeres. Esto puede deberse a una mayor exposición a ruidos fuertes durante la vida (por ejemplo, en entornos laborales o recreativos), así como diferencias biológicas en la estructura del oído.
- Mujeres: Aunque las mujeres también experimentan pérdida auditiva con la edad, la progresión suele ser más lenta y menos pronunciada. Esto puede estar relacionado con la menor exposición a ruidos fuertes y con factores hormonales, como la protección del estrógeno, que podría tener un efecto protector sobre las células del oído interno.
- Factores constitucionales:
- Genética: Los factores hereditarios juegan un papel clave en la predisposición a la pérdida auditiva. Si uno o ambos padres tienen problemas de audición, es más probable que sus hijos también experimenten pérdida auditiva con la edad. Algunas formas de pérdida auditiva genética son más específicas y pueden afectar la audición a edades tempranas, incluso antes de la vejez.
- Comorbilidades: Factores como la hipertensión, diabetes y otras enfermedades crónicas también pueden influir en la pérdida de audición. Estas condiciones pueden afectar la circulación sanguínea en el oído interno, contribuyendo a su deterioro.
- Exposición a ruidos: A lo largo de la vida, la exposición a ruidos fuertes puede acelerar la pérdida de audición. La exposición continua a ruidos laborales o recreativos sin protección auditiva aumenta significativamente el riesgo de presbiacusia prematura.
- Uso de medicamentos ototóxicos: Algunos medicamentos (como ciertos antibióticos, quimioterápicos o diuréticos) pueden dañar las células sensoriales del oído interno, contribuyendo a la pérdida de audición.
La disminución de la audición está relacionada con un conjunto de factores, entre los que se incluyen la edad, el sexo (con una mayor prevalencia en los hombres) y los factores constitucionales (como la genética, la exposición al ruido, y las comorbilidades). Estas variables interactúan y afectan la forma en que una persona experimenta la pérdida de audición a lo largo de la vida.