La pérdida auditiva puede ser causada por varios factores, ya sean congénitos o adquiridos, y presenta diferentes tipos y grados. El mostrar dificultades auditivas podría tener efectos adversos en la comprensión del habla, impactando de forma negativa el aspecto social, emocional y psicológico del ser humano, y a su vez creando una disminución en la calidad de vida. Además, la pérdida auditiva que no se maneja a tiempo y de forma correcta, podría conllevar efectos negativos en las áreas del desarrollo, y en componentes educativos y laborales.
El audiólogo es el profesional de la salud que evalúa, trata y maneja la pérdida auditiva. Los audiólogos prescriben equipos de amplificación como los audífonos y proveen orientación para las personas con pérdida auditiva y sus familiares.
La detección temprana de las dificultades auditivas es clave en el proceso de minimizar los efectos secundarios de la pérdida auditiva. Una visita a la clínica audiológica es fundamental para el manejo temprano de las consecuencias negativas de la pérdida auditiva y problemas de balance. Se podría sospechar que una persona tiene pérdida auditiva cuando:
Presenta inconsistencia respondiendo a sonidos
Presenta dificultad para entender lo que se le dice
Tiene tinnitus
Solo escucha el televisor o la radio a un volumen demasiado alto
Presenta dificultad para escuchar el teléfono
Pide con frecuencia que se le repita lo dicho
Sufre de problemas de mareos
Se le dificulta entender el habla en ambientes muy ruidosos o cuando hay varias personas hablando a la vez
Ha limitado sus actividades diarias debido a la pérdida auditiva
Es de suma importancia que visite al profesional de audiología si presenta características que podrían asociarse a pérdida auditiva. Los audiólogos son los profesionales de la salud que pueden asistirle con sus problemas auditivos y de balance. Visitar a un audiólogo a tiempo, minimizará el impacto negativo de estas condiciones, ayudando así a mejorar la calidad de vida.