La importancia del diagnóstico diferencial en pacientes con vértigo

Vértigo y audición

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El vértigo es un síntoma frecuente en la práctica clínica que puede estar asociado a múltiples condiciones, desde alteraciones benignas del oído interno hasta patologías neurológicas de mayor gravedad. Por esta razón, el diagnóstico diferencial resulta fundamental para garantizar una atención adecuada y oportuna.
En el ámbito de la salud auditiva, los profesionales se enfrentan a pacientes que describen sensaciones de mareo, pérdida de equilibrio o giros repentinos del entorno. Sin un análisis exhaustivo, estos síntomas pueden confundirse con trastornos vestibulares comunes, como el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB), cuando en realidad podrían ser manifestaciones de enfermedades más complejas como la enfermedad de Ménière, neuritis vestibular, migraña vestibular o incluso accidentes cerebrovasculares.
El diagnóstico diferencial permite establecer un proceso sistemático de evaluación en el que se descartan posibles causas a través de la historia clínica, el examen físico y pruebas complementarias. Este abordaje asegura que los tratamientos propuestos sean adecuados, reduciendo riesgos y optimizando la recuperación del paciente.
Además, un diagnóstico correcto fortalece la relación entre el audiólogo o especialista y el paciente, ya que transmite confianza y profesionalismo. Para los profesionales de la salud auditiva, dominar estas habilidades no solo mejora los resultados clínicos, sino que también posiciona su práctica como una referencia de calidad dentro del sector.
En conclusión, el diagnóstico diferencial en pacientes con vértigo es una herramienta clave para la práctica clínica en audiología y otoneurología. No solo garantiza la seguridad del paciente, sino que también contribuye a la construcción de una atención integral y centrada en la persona.