El “oído de nadador” es un término coloquial utilizado para describir una infección del oído externo, también conocida como otitis externa. Esta condición puede ser común en personas que nadan con frecuencia, ya que el agua atrapada en el canal auditivo puede proporcionar un ambiente propicio para el crecimiento bacteriano o fúngico (hongos). Los síntomas pueden incluir dolor en el oído, picazón, enrojecimiento e inflamación. Es importante tratar el oído de nadador para prevenir complicaciones y aliviar los síntomas. Los médicos pueden recetar gotas para los oídos u otros tratamientos según sea necesario.
La infección se extiende desde el conducto auditivo externo hasta el tímpano.
Introducir los dedos, hisopos de algodón u otros objetos en los oídos también puede provocar el oído de nadador al dañar la capa delgada de piel que recubre el conducto auditivo.
En general, el oído de nadador puede tratarse con gotas para los oídos. El tratamiento temprano puede ayudar a prevenir las complicaciones e infecciones más graves.
Por lo general, los síntomas del oído de nadador son leves al principio, pero pueden empeorar si la infección no se trata o se propaga. Los médicos a menudo clasifican el oído de nadador de acuerdo con las etapas de progresión leve, moderada y avanzada.
Signos y síntomas de infección leve: Comezón en el canal auditivo, ligero enrojecimiento dentro del oído, molestia leve que empeora al tirar del oído externo, secreción de líquido claro y sin olor.
Progresión moderada: picazón más intensa, aumento del dolor, enrojecimiento más intenso en el oído, drenaje excesivo de líquido, sensación de llenura dentro del oído y bloqueo parcial del canal auditivo por inflamación, líquido y residuos, audición reducida.
Progresión avanzada: dolor intenso que podría irradiarse a la cara, el cuello o el lado de la cabeza, obstrucción completa del canal auditivo, inflamación del oído externo, hinchazón en los ganglios linfáticos del cuello, fiebre.
En el caso de pacientes con oído de nadador, una audiometría puede ser importante por varias razones:
1. Evaluación de la pérdida auditiva: Una audiometría puede ayudar a determinar si ha ocurrido alguna pérdida auditiva temporal o permanente como resultado de la infección.
2. Monitoreo de la recuperación: Después de recibir tratamiento para el oído de nadador, una audiometría puede ayudar a monitorear la recuperación auditiva del paciente. Esto es importante para asegurarse de que la infección se haya resuelto completamente y que no haya ocurrido ninguna pérdida auditiva permanente.
En resumen, una audiometría es importante en pacientes con oído de nadador sobre todo en el momento en que el audiólogo lo determine, con el objetivo de evaluar la salud auditiva, monitorear la recuperación y detectar cualquier problema subyacente que pueda requerir atención médica adicional.
3. Detección de problemas subyacentes: En algunos casos, el oído de nadador puede ser causado por una condición subyacente, como una lesión en el oído o una predisposición a infecciones frecuentes. Una audiometría puede ayudar a detectar cualquier problema auditivo subyacente que pueda requerir tratamiento adicional.