¿Por qué las mujeres escuchan mejor que los hombres?

La escucha en hombres y mujeres

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Las mujeres y los hombres tienen esquemas mentales diferenciados. Al principio de la historia los hombres cazaban y las mujeres recolectaban frutos. Los hombres protegían a la familia y las mujeres criaban a los hijos. Esta realidad fue así durante millones de años. El cuerpo de cada sexo se fue adaptando a las distintas funciones físicas y mentales que desempeñaban. Las estructuras mentales de los hombres y las mujeres evolucionaron y cambiaron para habituarse a las distintas funciones que realizaban.

Las mujeres para criar a sus hijos debían ser capaces de percibir los pequeños cambios en la conducta de sus hijos. Es por ello, que el cerebro femenino actúa como un rádar receptor que le permite recibir y analizar constantemente información de su alrededor. Por tal razón, las mujeres son buenas oyentes. Sin embargo, los hombres dedicaban mayor tiempo a buscar el alimento fuera del hogar y desarrollaron en menor medida la capacidad de comunicación interpersonal, resultando ser peores oyentes.

A lo largo de la evolución las mujeres han desarrollado un mejor oído que los hombre, mostrando una mayor capacidad para distinguir los sonidos y clasificarlos por categorías.

El cerebro está divido es dos hemisferios. Por una parte, el hemisferio cerebral izquierdo que desempeña las tareas racionales. Y por otra parte el hemisferio cerebral derecho que concentra la creatividad y la emotividad. El cerebro de las mujeres tiene un cuerpo calloso (estructura que se encuentra en lo profundo del cerebro y que conecta los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo, coordinando las funciones de ambos) externo más grueso que el de los hombres. Por ello, las mujeres tienen un 30% más de conexiones entre los dos hemisferios que los hombres. Mayores conexiones permiten desempeñar dos tareas que no están relacionadas a la vez. El cerebro masculino, al tener menos conexiones, está configurado para realizar una sola cosa. Los hombres escuchan o hablan. Escuchan los sonidos o perciben los gestos corporales. No pueden hacer dos cosas a la vez. Sin embargo, las mujeres al tener más conexiones entre los dos hemisferios pueden realizar dos tareas a la vez. Las mujeres pueden hablar y escuchar al mismo tiempo. Pueden escuchar los sonidos y estar atentas a los gestos corporales, a las expresiones faciales y al tono de la voz.

Poseer dos áreas localizadas en los dos hemisferios permite que las mujeres sean muy buenas comunicadoras, ya sea hablando o escuchando. Sin embargo, la habilidad de comunicación interpersonal en los hombres se sitúa en la totalidad del hemisferio cerebral izquierdo, sin tener una zona determinada. Los hombres tienen desarrollada en menor medida la capacidad para el habla y para la escucha.

Los hombres cuando hablan suelen emitir menos palabras y menos señales corporales que las mujeres. Sus frases son más cortas y están más estructuradas. Por ello, les cuesta mayor esfuerzo prestar atención durante la escucha y percibir discursos largos con mayor número de palabras y señales corporales.

Las diferencias entre la audición de los varones y las mujeres han sido objeto de estudio en la audiología y la neurociencia. Algunas investigaciones han identificado variaciones en la percepción auditiva entre ambos géneros. Aquí se presentan algunos puntos clave basados en estudios y datos disponibles:

Sensibilidad Auditiva

  1. Umbral Auditivo: En general, las mujeres tienden a tener umbrales auditivos más bajos (mejor audición) en ciertas frecuencias, especialmente en las frecuencias altas, en comparación con los varones.
  2. Rango de Audición: Las mujeres pueden tener una mayor sensibilidad a sonidos de alta frecuencia que los hombres.

Procesamiento del Sonido

  1. Percepción del Tono: Las mujeres suelen tener una mejor discriminación del tono, lo que les permite diferenciar entre sonidos de frecuencias ligeramente distintas con más precisión.
  2. Procesamiento Temporal: Algunos estudios sugieren que las mujeres pueden procesar mejor la información temporal del sonido, lo que se traduce en una mayor capacidad para seguir ritmos y patrones auditivos complejos.

Influencia de Factores Hormonales

  1. Hormonas: Las hormonas sexuales, como el estrógeno y la progesterona, influyen en la audición. Por ejemplo, los niveles de estrógeno en las mujeres pueden mejorar la sensibilidad auditiva.
  2. Ciclos Menstruales: En las mujeres, los cambios hormonales durante el ciclo menstrual pueden afectar temporalmente la audición, con variaciones en la sensibilidad auditiva en diferentes fases del ciclo.

Envejecimiento Auditivo

  1. Presbiacusia: La pérdida de audición relacionada con la edad (presbiacusia) suele afectar a los hombres de manera más significativa y a una edad más temprana en comparación con las mujeres. Los hombres suelen experimentar una pérdida más pronunciada en las frecuencias altas.

Factores Ambientales y Comportamentales

  1. Exposición al Ruido: Los varones a menudo están más expuestos a ambientes ruidosos debido a ciertas ocupaciones o actividades recreativas, lo que puede llevar a una mayor incidencia de pérdida auditiva inducida por ruido.
  2. Cuidados de Salud: Las mujeres tienden a ser más proactivas en la búsqueda de atención médica, incluida la audiológica, lo que puede influir en la percepción y el manejo de la salud auditiva.

Diferencias Anatómicas y Neurofisiológicas

  1. Anatomía del Oído: Aunque la estructura básica del oído es la misma, puede haber pequeñas diferencias anatómicas que contribuyan a las variaciones en la audición entre los géneros.
  2. Procesamiento Cerebral: Estudios de neuroimagen sugieren que hombres y mujeres pueden procesar los sonidos de manera diferente en el cerebro, con variaciones en la activación de áreas específicas durante tareas auditivas.

En resumen, existen diferencias en la audición entre varones y mujeres que son influenciadas por factores biológicos, hormonales, ambientales y conductuales. Estas diferencias pueden afectar la percepción y el procesamiento auditivo de manera variada en ambos géneros.