¿Puede el Estrés y la Ansiedad Afectar la Audición?

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En el día a día de nuestra vida, el estrés y la ansiedad son factores que se encuentran presentes en todo momento y ambos representan factores importantes que pueden tener un impacto significativo en diversos aspectos de nuestra salud, siendo la audición uno de ellos.

Los problemas auditivos casi siempre los relacionamos con exposición al ruido o al aumento de la edad, sin embargo, cada vez más hay estudios que revelan la relación entre el estrés la ansiedad y los trastornos auditivos. Te explicaremos cómo el estrés y la ansiedad pueden afectar la audición.

1. Tensión muscular y presión arterial: El estrés crónico aumenta los niveles de cortisol y adrenalina en el cuerpo, lo que puede causar cambios en los vasos sanguíneos y la presión arterial. Esto puede afectar negativamente a la circulación sanguínea, incluida la que llega a los oídos. Una mala circulación puede influir en la capacidad del oído interno para recibir y procesar el sonido correctamente, lo que podría resultar en una audición disminuida o en la percepción de sonidos como el tinnitus.

2. Respuesta del sistema nervioso: El estrés crónico activa el sistema nervioso simpático, desencadenando una respuesta de lucha o huida que puede tener efectos negativos en el sistema auditivo. Esta activación prolongada del sistema nervioso puede interferir con la transmisión de señales entre el oído y el cerebro, lo que podría causar problemas de audición temporal o incluso permanente.

3. Aumento de la sensibilidad auditiva:  El estrés y la ansiedad pueden aumentar la sensibilidad auditiva, lo que hace que los sonidos parezcan más fuertes o molestos de lo normal. Esto puede provocar una mayor percepción del tinnitus o hacer que los sonidos cotidianos sean más irritantes, lo que contribuye a la sensación de malestar auditivo.

4. Problemas de concentración y atención: El estrés y la ansiedad pueden dificultar la concentración y la atención, lo que a su vez puede afectar la capacidad para procesar y comprender los sonidos. Las personas que experimentan altos niveles de estrés pueden tener dificultades para seguir conversaciones en entornos ruidosos o para procesar información auditiva de manera efectiva.

5. Cambios en el estilo de vida: El estrés y la ansiedad también pueden influir en el estilo de vida de una persona de formas que indirectamente afectan la audición. Por ejemplo, el estrés crónico puede conducir a hábitos poco saludables como el consumo excesivo de alcohol o el tabaquismo, que están asociados con un mayor riesgo de pérdida de audición. Las personas con estrés tienen inclinación hacia el hábito de fumar o ingerir alcohol, el consumo de tabaco aumenta hasta en un 60% la posibilidad de padecer pérdida auditiva esto porque el individuo se vuelve más sensible a los ruidos fuertes y el tabaco obstruye la trompa de Eustaquio y el revestimiento del oído medio.

En resumen, el estrés y la ansiedad pueden afectar la audición de múltiples maneras, desde cambios fisiológicos hasta alteraciones en la percepción auditiva y el procesamiento cerebral. Es importante reconocer la relación entre el estrés y la salud auditiva y tomar medidas para gestionar el estrés de manera efectiva, ya sea a través de técnicas de relajación, terapia cognitivo-conductual, ejercicio regular o cualquier otra estrategia que funcione para cada individuo. Al abordar el estrés y la ansiedad, podemos no solo mejorar nuestra salud mental y emocional, sino también proteger nuestra audición y bienestar personal a largo plazo.